viernes, 15 de octubre de 2010

DESEOS

Tímidamente invado tu cuerpo, dudando que pueda ser yo,
con toda mi insignificancia, el dueño de tu amor.

Batalla dulce de manos, senos y besos que conjuran la sensación de estar en el lugar indicado.

Las miradas, los suspiros y la agitación callan las palabras que caerían de la cama.

Hay roces, olores y delirios
que invaden los sentidos entregados al juego.

Es el instante que perdiéndose en las agujas de un reloj, siempre perseverante, hace olvidar que existe el tiempo.

Es el momento donde la plenitud se convierte en sueño cumplido, y donde el instinto hace demagogia con mi deseo.

2 comentarios:

juani dijo...

muy buenooo!

Verónica dijo...

Genera... sensaciones plácidas...