viernes, 15 de octubre de 2010

Buscando (año 2001)

Me levante temprano como siempre. Compré el diario y lo primero que hice fue abrir los clasificados. Solamente marqué un aviso. Después de desayunar fui a la parada de colectivos.

Subí, puse monedas y me senté en él ultimo asiento individual. El colectivo iba bastante lleno para ese horario, pero realmente no preste atención a ese detalle. Me dejaba a 5 cuadras de la dirección del clasificado que señalé.

Al bajar sentí como la ansiedad comenzaba a gobernar mis acciones. Justo en la parada había un barcito, entré a tomar algo, pensé que si me serenaba seria mejor. Mientras me traían el café trate de darme animo. Esta vez si tendría suerte; Hoy seria distinto. “hoy si” me dije y tomé el primer sorbo.

Al salir del bar encaré para la dirección. Mientras caminaba mi animo cambio.¿Por qué tendría yo suerte hoy, en algo que tantos buscaban y no encontraban?¿Qué tenia yo de distinto a los demás para dar?¿De donde me venia ese convencimiento para creer que hoy seria mi día?

Caminé las cinco cuadras a paso rápido. Llegue a mí destino. Imagine que este seria mi ultimo día de amarguras y depresiones. Supuse una vida sin este calvario.

Respire hondo, me arme de coraje y toque el portero eléctrico. Una voz femenina me atendió y me hizo pasar. Subí por el ascensor, golpee la puerta y esperé. Un sudor frío me corrió por la cara.

Se abrió la puerta y una mujer apareció, detrás de ella se notaba una oscuridad enrojecida dando una sensación de angustia y soledad que me resulto corriente.

__Soy Claudia ¿cómo estas?

__Creo que me equivoqué.

__Todavía no te dije lo que cobro. No te asustes. Son sesenta pesos la hora.

__Yo buscaba a otra Claudia, discúlpame.

Me fui de ese edificio con mucha bronca. Me había equivocado otra vez. Mientras buscaba la parada de colectivo me convencía de que jamás encontraría a mi Claudia. Cuanto la ame, fue mi primera novia. La vida nos separo. Un tiempo atrás me dijeron que trabajaba como prostituta en la zona de Palermo, y desde ese día la busco. Nunca volví a enamorarme.

Subí al colectivo que me llevaba a casa, el desgano y la bronca se iban disipando. Baje compre cigarrillos y encargue el diario para el día siguiente.

Al fin y al cabo tengo tiempo y dinero suficientes para buscar el amor, el único que recuerdo haber tenido.

Bestiario

1 comentario:

Mar dijo...

11 años después el tiempo y el dinero son otro tiempo, y otro dinero.

O no.