viernes, 15 de octubre de 2010

Relato

La bocina hizo que el Vasco saliera. Subió al remis y encendió un pucho.

_ A Carabobo 1870

Vio la cara del remisero y pensó que hacia juego con la calle a la que se dirigía.
Un dedo en el volante seguía el ritmo de una canción de Ricky Martín que sonaba en el estéreo.

Vasco _ ¿Cómo puede gustarle a las minas terrible puto…

El conductor bajo el volumen.
El auto se detuvo en un semáforo, una piba de 15 años cruzaba la esquina. El Vazco tuvo una erección mientras se la imaginaba insatisfecha sobre Ricky Martín.
Pagó y bajó sin saludar.
Laura abrió la puerta.

_ Gracias Vasco, me salvaste.
_ No vengas tarde, a las 8 entro a laburar.
_ Quedate tranquilo…

Ella salió corriendo, el sabía que no volvería hasta pasadas las 8.
Prendió la luz del living, la claridad hizo que Federico entrecerrara los ojos.

_ Hola Federico, ¿Qué miras en la tele?
_ Dibujitos.

El Vasco se sentó al lado del nene. Luego de mirar el programa diez minutos se paró.

_ A dormir, es tarde y este programa no se entiende un carajo.

Tomó la botella de criadores y comenzó el zaping. Notó que la luz del cuarto del chico estaba prendida. Se acercó a la puerta y lo observó.

_ ¿Que té pasa?
_ Tengo miedo…

Laura llegó a las 8 y media. El Vasco dormía en la alfombra al lado de la cama de Federico. En una mano sostenía los dedos del nene, en la otra la botella vacía.

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